Organizaciones cómo Lo Valledor y Vega Central , pedirán carnet chileno a partir del 01.abril-(Antec.:El candidato a Alcalde PDG por Arica advirtió que con clara muestra de ingreso ilegal sólo con el vaucher y carnet ,toman vuelos a Stgo) ) -28.03.24

Gobierno califica de "discriminatoria" solicitud del carnet chileno para Lo Valledor y La Vega

El Gobierno cuestionó la medida que aplicará el mercado Lo Valledor a partir de abril, señalando que no hay que confundir a extranjeros con delincuentes.

La ministra del Interior, Carolina Tohá, cuestión la medida que regirá desde el 1 de abril en el mercado Lo Valledor, que también se está considerando en La Vega Central, y que guarda relación con la prohibición del ingreso de personas que no tengan carnet de identidad chileno.

En este sentido, la representante del Gobierno calificó la iniciativa de "discriminatoria". "Nosotros tenemos que fiscalizar como Estado la legalidad de las personas que circulan en nuestro territorio. Tener un carnet de otro país no es una ilegalidad, tener una condición migratoria irregular es otra historia", precisó la secretaria de Estado.

A lo que agregó: "Creo que es importante en esto que nos mantengamos apegados a la ley y no incurramos en conductas que pueden ser discriminatorias. Muchas personas tienen carnet de otro país y viven legalmente en Chile y son parte de nuestra comunidad y aportan a nuestra comunidad". 

Por lo anterior, la ministra Carolina Tohá recalcó que "No podemos mezclarlos, confundirlos ni ponerlos en la misma bolsa de quienes son delincuentes".

"Hay que recordar que los delincuentes no son solamente de otros países, también hay chilenos y chilenas", complementó.

La polémica medida que aplicará Lo Valledor

A partir del 1 de abril, el mercado Lo Valledor implementará diversas medidas para combatir la delincuencia dentro del recinto.

En detalle, tendrán solo cuatro entradas, con torniquetes y detectores de metales, y además, pedirán carnet de identidad chileno.

Con respecto a los trabajadores extranjeros que se encuentran en el mercado, desde Lo Valledor señalaron que les han advertido desde noviembre que regularicen su situación en nuestro país.




Antecedentes históricos (Organismos internacionales )

Por otra parte, la financiación de infraestructuras para la reconstrucción de los países dañados por la guerra y para sentar las bases del desarrollo mundial fue encargada al Banco Mundial. La necesidad de una cierta especialización regional llevaría años después a la creación de bancos multilaterales de ámbito regional: el Banco Europeo de Inversiones (BEI) en 1958, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en 1959, el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) en 1960, el Banco Africano de Desarrollo (BAFD) en 1964, el Banco Asiático de Desarrollo (BAsD) en 1966 y el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF, siglas de su nombre inicial, Corporación Andina de Fomento) en 1968, al que se sumó el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD) en 1990, tras la caída del muro de Berlín.

En cuanto a la cooperación en el ámbito de la política económica entre países desarrollados, en particular la fiscal, comienza con la creación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en 1961, heredera de la Organización Europea para la Cooperación Económica (OECE) encargada de supervisar la distribución de la ayuda del Plan Marshall y facilitar la reconstrucción de Europa entre 1948 y 1960.

La cooperación política se centra en el marco de la ONU, creada en la Conferencia de Yalta celebrada por los aliados en febrero de 1945 y de la que colgarían varias instituciones internacionales, incluidas varias de las surgidas en Bretton Woods. Ese mismo año se constituyó la Organización Mundial para la Agricultura y Alimentación (FAO) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y el siguiente el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). Pocos años después, en 1948, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y en 1949 el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). En los 70 surgirían el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA, 1972) y la Organización Mundial del Turismo (OMT, 1976). Un panorama del marco institucional completo de Naciones Unidas se refleja en la Figura 1.

En el ámbito de la defensa, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se configuró en 1949 como una mera asociación política, pero la guerra de Corea la transformó en una coalición permanente con una estructura militar coordinada por EEUU, lo que llevó –en el marco de la Guerra Fría– a la creación paralela en 1955 del Pacto de Varsovia, liderado por la URSS. Este último país se integraría, al menos, en la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), creada en 1973 (entonces como Conferencia sobre la Seguridad y la Cooperación en Europa o CSCE) a modo de foro de discusión entre los bloques occidental y oriental.

2. El impulso de la globalización y el salto supranacional

En los años 90 se producen dos eventos clave que impulsan la globalización y sus deseos de gobernanza. A nivel económico, la revolución de las tecnologías de la información y de las comunicaciones permiten la desagregación de los procesos productivos en cadenas de valor globales, de modo que cada fase pasa a producirse allí donde es más eficiente hacerlo. En paralelo, se produce un fuerte impulso de la inversión directa mundial. La tecnología facilita asimismo el desarrollo de los mercados internacionales de divisas y de valores. Además, los servicios comienzan a adquirir una relevancia cada vez mayor tanto en los procesos productivos (en lo que se conoce como servitización de la economía) como en el comercio internacional.

El segundo evento se produce a nivel político, con la caída del muro de Berlín, que anuncia el fin de la Guerra Fría y permite plantear formas de cooperación mucho más avanzadas.

En este contexto, los países están dispuestos a ceder competencias a entidades supranacionales. En Europa (con una Alemania ya reunificada) se aprueba la creación de un banco central europeo y una moneda única, en una atrevida cesión de las políticas monetaria y cambiaria. En el ámbito multilateral, en 1995 se concluye la Ronda Uruguay del GATT y se conviene no sólo introducir en el ámbito de discusión de la globalización comercial temas relevantes como servicios, agricultura, textiles, propiedad intelectual, aspectos de la inversión directa relacionados con el comercio, derechos laborales o medio ambiente, sino también transformar el GATT en un organismo supranacional, la OMC, en la que se delega definitivamente la resolución de disputas comerciales. Aunque ya existía un mecanismo de solución de diferencias, la creación de la OMC supone un salto institucional cualitativo con el Órgano de Solución de Diferencias, órgano político y decisorio con capacidad de hacer cumplir las normas de la globalización comercial. Tal es su éxito que numerosos debates como los vinculados al medio ambiente, las relaciones laborales o la propiedad intelectual se desplazan a este organismo, mucho más potente que el de sus teóricas instituciones responsables carentes de enforcement (como la OIT o la OMPI). Este hecho, generalmente conocido como "traslado de foro" (forum shifting), recargaría en exceso a la OMC, reduciendo su flexibilidad.

Esta exaltación de lo supranacional se extiende durante la siguiente década. En 1999 entra en vigor el euro, en 1995 India entra en la OMC y en 2000 lo hace China, con la esperanza de que se acercaran al modelo democrático liberal.

En el ámbito de la defensa, la caída del muro también modificó el paisaje institucional: varios países del Pacto de Varsovia decidieron incorporarse a la OTAN (y casi todos a la Unión Europea, UE): en 1990, Hungría, Polonia y la República Checa; en 2004 Bulgaria, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Letonia, Lituania y Rumanía; con posterioridad se sumarían Albania y Croacia en 2009, Montenegro en 2017 y Macedonia del Norte en 2020. Este refuerzo, sin embargo, generó el resquemor de Rusia.

Esta tendencia, sin embargo, no fue homogénea y la existencia de perdedores de la globalización (en particular, los trabajadores de las industrias tradicionales en países desarrollados), unida al descuido de los gobiernos (que se resisten a reconocer los costes de incrementar la competencia a nivel mundial) hace que la confianza de los ciudadanos se resquebraje. Las protestas de la sociedad civil en Seattle a finales de 1999 hacen descarrilar la Ronda del Milenio de la OMC y desde entonces, en la percepción hasta entonces generalizada de que la globalización es un hecho inevitable e incontestado, lo segundo deja de ser cierto.

3. La crisis del sistema multilateral

La primera década del siglo XXI no resulta fácil para el multilateralismo. En Europa, el gran impulso supranacional que suponía el Tratado por el que se establece una Constitución para Europa (la llamada Constitución Europea), por el que se reemplazaban los tratados europeos por un solo texto, se dotaba de fuerza legal a la Carta de los Derechos Fundamentales, y se ampliaba la votación a mayoría cualificada en áreas que previamente requerían unanimidad de los Estados miembros, fracasa en su proceso de ratificación. El resultado desfavorable de los referendos populares en Francia y en los Países Bajos impidió que el Tratado firmado por los jefes de Gobierno en junio de 2003 entrase en vigor, provocando una crisis institucional europea. El Tratado de Lisboa de 2007, mucho menos ambicioso, sería el necesario pero incompleto parche a este frenazo de la integración europea. Entre medias, en 2004 se aceptó la entrada en la UE de 10 nuevos Estados miembros, favoreciendo la imagen de una Europa cada vez más amplia, pero menos profunda.

La crisis financiera de EEUU y su contagio a Europa, que desemboca en la crisis del euro (facilitada por la falta de desarrollo de elementos esenciales para el buen funcionamiento de una unión monetaria) generaría tensiones entre Estados miembros y rebajaría considerablemente la posibilidad de una Europa más supranacional: desde entonces las únicas cesiones de soberanía se producen en el ámbito de la supervisión bancaria y en el del control del déficit, pero la cooperación se centra desde entonces en un marco intergubernamental: el Mecanismo Europeo de Estabilidad es el mejor ejemplo de este nuevo marco. La crisis del COVID-19 fue un buen ejemplo del rápido funcionamiento de lo institucional (Banco Central Europeo, Comisión) frente a lo intergubernamental (Consejo), pese a los avances a la hora de crear instrumentos como el NextGenerationEU (valioso, pero no institucionalizado).

La vuelta del Estado-nación se refuerza en paralelo en muchos otros países, donde el populismo prospera y lo supranacional pasa a percibirse como una amenaza. El Brexit o la política internacional del presidente Trump son un buen ejemplo de la vuelta al bilateralismo de muchas potencias, insatisfechas con la capacidad (real o percibida) de las instituciones internacionales para defender sus intereses.

4. Los efectos de la globalización

Lo sorprendente, sin embargo, es que la globalización, que genera un rechazo mezcla de económico e identitario en numerosos países desarrollados, ha sido un éxito indudable a la hora de mejorar el nivel de vida de la población mundial. La Figura 2 recoge la evolución de la tasa de pobreza extrema (porcentaje de la población incapaz de satisfacer sus necesidades básicas, incluyendo una mínima nutrición y una vivienda con calefacción, de acuerdo con los precios locales disponibles en cada momento), que ha pasado del 55% al 10% entre 1945 y 2018, con una reducción de más de 20 puntos desde 1990. La figura permite observar que esa mejora en las condiciones de vida mundiales no se limita a China e India (indudable grandes beneficiarios directos de la globalización), sino a todas y cada una de las regiones.

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